El comercio puede mostrar un papel muy importante como factor impulsor de la productividad, el crecimiento, los ingresos y el empleo.
El comercio puede también traducirse en nuevos y mejores empleos y mejorar las circunstancias laborales en general.
No hay una sola nación que pueda considerarse autosuficiente y que no necesite del apoyo de los demás países, aun las naciones más ricas necesitan patrimonios de los cuales carecen y que por medio de las negociaciones y contratos mundiales suplen sus necesidades y carencias en otras zonas.
El comercio acentúa la competencia en los diferentes mercados, lo cual exige a las empresas de cada país a reducir costes y precios, además de obligarlos a modificar sus funciones de producción para añadir nuevas tecnologías que afecten positivamente a sus costes y calidades.
La empresa deberá adaptarse a las características de la demanda de sus productos en el exterior: Composición, calidad, diseño, envase, embalaje, etiqueta, marca, garantía.
El marketing es un fundamento de la comercialización de cualquier producto que te ayudará a trazar las estrategias para abordar el mercado de bienes y servicios.
La realidad económica actual no puede desligarse del comercio internacional como una actividad que origina el desarrollo y el bienestar de las naciones, aunque la tendencia globalizadora tiene sus pros y sus contras.
También es indiscutible que las relaciones internacionales son de gran importancia en el campo comercial, cultural y político.
Dentro del comercio exterior existen reglas de control de los productos, procedimientos y tributación, que garantizan que una decisión se realice de manera segura y legal.
Todos los países que se dedican al comercio exterior, ya sea para intercambiar bienes o servicios, deben crear convenios o ajustes que faciliten los procesos de intercambio, esto se instaura de acuerdo a cada estado, gobierno, empresa y respectivas legislaciones.
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